Los implantes dentales sin hueso son una solución para muchas personas que han perdido dientes y sufren de reabsorción ósea. Un implante dental es un método muy popular y efectivo de reemplazar un diente perdido o dañado. Pero muchos pacientes descubren que no son aptos para recibir este tratamiento porque han experimentado una pérdida significativa de materia ósea en la mandíbula y carecen del soporte físico necesario para garantizar la asimilación y estabilidad de los implantes.
Afortunadamente, existen técnicas que hacen posible los implantes sin hueso. Una de estas opciones es el injerto de hueso artificial para implantes, pero existen otras. ¿Te animas a averiguar cuáles son las soluciones a la falta de hueso en las encías? Sigue leyendo y entérate.
- Definición: Los implantes dentales sin hueso son una alternativa para personas con pérdida ósea en la mandíbula que impide la colocación de implantes convencionales. Descubre más.
- ¿Por qué la falta de hueso dificulta los implantes dentales?: La reabsorción ósea, causada por la pérdida de dientes no reemplazados, y otras condiciones como la periodontitis, pueden llevar a la falta de hueso necesario para los implantes dentales. Más información.
- Tratamiento: Técnicas como el injerto de hueso, la elevación del seno maxilar y los implantes cigomáticos permiten colocar implantes incluso en casos de poco hueso en la mandíbula. Ver tratamiento.
- Precio: Los precios de los procedimientos varían, desde alrededor de 1.000 € para un injerto de hueso hasta 15.000 € – 18.000 € para implantes cigomáticos en el arco superior. Es importante considerar estos costos y las particularidades de cada técnica antes de decidir el tratamiento más adecuado. Ir a precio.
Table of contents
¿Qué son los implantes con poco hueso?
Un implante dental es una especie de tornillo que funciona como raíz de uno o varios dientes artificiales. Para mantener los dientes en su sitio y proporcionarles un soporte estable, los implantes se insertan en el hueso maxilar de la mandíbula.
A muchos pacientes les preocupa que la falta de hueso en las encías (resorción ósea) les impida recibir un tratamiento con implantes. No obstante, existen varias técnicas que permiten colocar implantes sin hueso: injerto de hueso, elevación del seno maxilar, implantes corticales y los implantes cigomáticos, sobre los cuales hablaremos más adelante.
¿Por qué no puedo ponerme implantes dentales sin hueso?
Cuando se reemplaza una parte del cuerpo por un elemento artificial, este nuevo elemento a menudo debe trabajar con las partes del cuerpo que lo rodean para poder funcionar. Y esto también es cierto para los implantes dentales.
Un implante dental es un reemplazo a la raíz de un diente. La raíz es la parte que mantiene el diente en su lugar, por lo tanto un implante dental debe ser firme para proporcionar el soporte adecuado. Para ello, se inserta directamente en el hueso mandibular y se fusiona con este durante las semanas siguientes a la cirugía, en un proceso conocido como osteointegración.
Cuando el paciente padece de pérdida ósea o falta de hueso en las encías, carece del soporte físico necesario para garantizar la asimilación adecuada de los implantes dentales. En tales condiciones, un implante no es capaz de soportar la presión de la masticación y es muy probable que el tratamiento fracase.
¿Por qué no tengo hueso para un implante dental?
La resorción ósea es una consecuencia de la pérdida de dientes que no se reemplazan. El hueso de la mandíbula depende de la presión y el estímulo de la masticación para conservarse. Cuando se pierde un diente, el hueso se “reabsorbe”, lo que significa que se hunde y se encoge ya que no tiene ningún diente que sostener. Solo el primer año después de la extracción de un diente se pierde el 25% del hueso, y esta pérdida continúa.
La periodontitis crónica es otra causa común de falta de hueso en las encías. Las bacterías que causan la periodontitis carcomen gradualmente la mandíbula y los ligamentos que conectan el diente con el hueso.
Las dentaduras postizas pueden contribuir a acelerar la pérdida ósea al desgastar las partes del hueso donde se colocan. Cada vez que muerdes con la dentadura postiza, se ejerce presión y fricción sobre esta parte del hueso, lo cual resulta en su reabsorción.
Otras causas de pérdida ósea dental son:
- Dientes torcidos o desalineados en los que la masticación no es normal, lo que provoca la pérdida del estímulo necesario para que el hueso se conserve.
- Infecciones que pueden dañar el hueso.
- Tumores faciales que se deben extirpar junto con parte de la mandíbula.
Soluciones para implantes dentales sin hueso
En el pasado, los pacientes con pérdida ósea no podían ponerse implantes dentales de ninguna manera. Pero nuevas tecnologías y avances médicos ahora permiten colocar implantes dentales cuando no hay hueso.
Injerto de hueso para implantes dentales
El hueso mandibular se combina con materia ósea, proporcionándole la altura y anchura necesaria para sostener los implantes. El injerto se puede tomar de la cavidad oral, de la tibia, la cadera u otras partes. Algunos dentistas utilizan material óseo proporcionada por donantes externos (humanos o animales) e incluso injerto de hueso artificial para implantes producido comercialmente.
Cuando la mandíbula recupera la densidad suficiente, el dentista puede poner los implantes dentales de forma segura. Además de reemplazar el hueso perdido, el injerto estimula el crecimiento de nuevo hueso saludable que eventualmente sustituirá el mismo injerto.
Elevación del seno maxilar
La elevación de seno es un procedimiento de injerto óseo intrasinusal muy usado en pacientes que necesitan implantes dentales con poco hueso en la mandíbula superior. Para ello, el cirujano corta el tejido de las encías para exponer la mandíbula y perforar un pequeño círculo en el hueso.
A través de este pequeño círculo, el especialista puede empujar la membrana de los senos paranasales hacia arriba y rellenar el espacio dejado con injerto de hueso. De cuatro a nueve meses después, el paciente finalmente es elegible para un tratamiento de implantes dentales.
Implantes cigomáticos
Una alternativa a la regeneración ósea es el implante cigomático. En este procedimiento, el implante se ancla en el hueso cigomático, situado en la mejilla, en la parte más externa de la cara y el que forma los pómulos.
La pérdida ósea puede evitar que se adopte el enfoque convencional de colocar los implantes en el hueso que se encuentra directamente debajo de las encías (maxilar). Pero en el caso de los implantes cigomáticos, el anclaje se realiza en el hueso cigomático. Así, se vuelve innecesaria la regeneración con injertos óseos que toman mucho más tiempo. De todas formas, este tipo de implantes presenta algunas desventajas que es importante tener en cuenta antes de colocarlos.
Pincha aquí si te interesa conocer alternativas a los implantes dentales sin cirugía.
Implantes dentales sin hueso: precios
El injerto óseo para poner implantes con poco hueso cuesta alrededor de 1.000 €, mientras que el precio de la elevación de seno maxilar ronda los €1.200. A ello debes sumarle el costo de los implantes que puede variar mucho, desde los 2.000 € hasta los 5.500 €. Por otro lado, los implantes dentales cigomáticos pueden costar entre 15.000 € y 18.000 € para rehabilitar todo el arco superior.
Estos precios son aproximados y pueden variar mucho dependiendo de la región, de la clínica o de las necesidades particulares del paciente. Lee más sobre los precios de implantes aquí.
Un implante dental es una especie de tornillo que funciona como raíz de uno o varios dientes artificiales. Para mantener los dientes en su sitio y proporcionarles un soporte estable, los implantes se insertan en el hueso maxilar de la mandíbula.
Un implante dental es un reemplazo a la raíz de un diente. La raíz es la parte que mantiene el diente en su lugar, por lo tanto un implante dental debe ser firme para proporcionar el soporte adecuado. Para ello, se inserta directamente en el hueso mandibular y se fusiona con este durante las semanas siguientes a la cirugía, en un proceso conocido como osteointegración.
La resorción ósea es una consecuencia de la pérdida de dientes que no se reemplazan. El hueso de la mandíbula depende de la presión y el estímulo de la masticación para conservarse. Cuando se pierde un diente, el hueso se “reabsorbe”, lo que significa que se hunde y se encoge ya que no tiene ningún diente que sostener. Solo el primer año después de la extracción de un diente se pierde el 25% del hueso, y esta pérdida continúa.
Scielo: La elevación del seno maxilar en el tratamiento con implantes dentales. Un estudio a 4 años. Consultado el 04 de enero de 2022.
Top Doctors: ¿Qué es el injerto de hueso dental? Consultado el 04 de enero de 2022.
Gaceta Dental: Implante cigomático: cirugía y control por CBTC. A propósito de un caso. Consultado el 04 de enero de 2022.